Vacaciones con el gato

Vacaciones con el gato

Las mascotas son una preciada compañía diaria, hasta que llega el ansiado descanso veraniego y planeamos viajar ¿Qué hacer con los ultracaseros gatos? 

“Ellos se aferran a su territorio y a los elementos y personas que a él pertenecenel hecho de salir de esa zona segura les hace perder la sensación de control y pueden sufrir estrés. Lo mejor para el animal es que alguien cuide de él en el hogar gatuno,ya sea permaneciendo allí o acudiendo a diariopara darle los cuidados básicos que incluyen la limpieza del arenero, reposición de comida y agua y un poco de juego que haga llevadera la ausencia de sus dueños”, diceRosana Álvarez, licenciada en veterinaria y máster en etología clínica y bienestar de Málaga. 

¿Hoteles?

Otra opción es una residencia felina, pero si nuestro gato está habituado desde muy pequeño a hacerlo. Los especialistas aseguran que elegir apropiadamente la residencia es la clave para que el animalito sufra lo menos posible la separación. Es importante conseguir una con espacio de juego exterior y con controles sanitarios serios, así como el propio gato debe asistir con las vacunas al día contra la gripe felina (herpesvirus y calicivirus) y contra la enteritis infecciosa felina (panleucopenia), que es una enfermedad altamente contagiosa. Será de gran ayuda que en la adaptación se lleve su comida habitual, cama, manta, juguetes preferidos y, si lo permiten, una prenda de la familia (sin lavar previamente) para que el olor le sea habitual.

Si se trata de una residencia felina-canina es conveniente que ambas especies permanezcan en zonas separadas y que no estén comunicadas, para evitar a los gatos el estrés que supone ver a los perros y escuchar sus ladridos. 

Familia completa

Cuando se trata de un viaje prolongado, y las circunstancias lo permiten, el gato puede viajar con la familia ya que tendrá tiempo de aclimatarse a su hogar de veraneo. Todo será más simple si el animal está acostumbrado a salir en auto y a estar en una caja trasportadora como la de visita al veterinario. No es recomendable usar cajas prestadas o alquiladas. En caso de que el animal no esté acostumbrado al movimiento del automóvil se pueden presentar cuadros de mareo o ansiedad, pero esto puede evitarse con medicación prescripta por su veterinario. No transporte al gato en cajas de madera o cartón, ya que tienen mala ventilación y puede orinarlas. Es recomendable por esto no alimentar al gato antes de trasladarlo. Hay que cuidar la temperatura y la ventilación del coche, parar de vez en cuando para darle de beber y verificar que esté bien. Y, por supuesto, no dejarlo nunca encerrado solo. En días muy cálidos se puede mojar al gato con una toalla húmeda desde la cabeza hasta el dorso. Una vez llegado a destino permita que explore a su voluntad y, de a poco, primero enciérrelo en una habitación con sus cosas (manta, juguetes, agua, comida) comprobando antes que puertas y ventanas estén cerradas pero con algo de ventilación. Esto lo calmará, y poco a poco la curiosidad que lo caracteriza lo llevará a conocer el resto de la casa.Los médicos veterinarios coinciden en que los gatos sufren el calor excesivo al igual que los humanos. Regulan su temperatura corporal aprovechando la evaporación de la saliva que depositan en el pelo durante las sesiones de acicalamiento, sudan a nivel de las almohadillas y pueden llegar a jadear. Se recomienda ponerles agua fresca y limpia a su disposición las 24 horas donde no le dé el sol (para mantener el agua fresca puede colocarle algún cubito de hielo).  Cerciorarse finalmente de que el gato tenga un lugar fresco y protegido donde descansar y pasar un buen momento en familia.