Mi casa, la cuarentena y yo (5º parte)

Mi casa, la cuarentena y yo (5º parte)

11 junio, 2020 0 By Nanda Machado

La libertad está adentro nuestro; no la perdemos al elegir respetar la cuarentena y nuestra casa puede acompañarnos dejando entrar la luz, el sol, la vida…

El proyecto del arquitecto Leandro Arfuso capta la mayor cantidad de horas de sol -enegía- posible, minimizando el uso de la calefacción, con el consecuente ahorro. Los ambientes de mayor uso: cocina, comedor, estar y los tres dormitorios tienen la misma orientación norte, como resultado de situar el frente de la casa en el lado más largo del lote en esquina.

Ser libre es una elección. Nelson Mandela aseguró que jamás perdió su libertad, aún en el confinamiento. En comparación, estas semanas de cuarentena deberían parecernos un juego de niños o, mejor, la compensación a nuestros constantes pedidos de tener más tiempo para nosotros, más para compartir con la familia, para ordenar los placares, para organizar la fototeca familiar, ¡para dormir la siesta!, y para trabajar por Internet, por supuesto. Si nos hubieran dado a elegir el momento más indicado de la historia para guardar cuarentena, elegiríamos el actual, sin dudas. Estamos separados pero comunicados intensivamente. Vemos a nuestros afectos en pantallas, charlamos con todos, compartimos mateadas virtuales. Claro que si teníamos programado algún tipo de evento -más o menos serio-, se nos frustró. ¡Ánimo!, que no hay cuarentena que dure cien años, y esta puede ser muy bien aprovechada para hacer de nuestra casa el ideal que siempre soñamos. Al menos, proyectar hacerlo, cuando estos tiempos finalicen y la apertura a la vida “normal” nos permita poner manos a la obra.

Ayer habíamos comenzado nuestro blog recordando que si no previmos la instalación de algunas tecnologías que nos ayuden a economizar energía, seguramente tendremos, al final de este uso intensivo de la casa con toda la familia adentro de ella, fuerte alza en los consumos. Iluminación con LEDs, duchas que airen el agua, colectores de agua de lluvia, terrazas verdes, botoneras dobles en los inodoros, y sistemas constructivos que aseguren la aislación interior, son algunos puntos básicos a considerar.

“Haciendo de a poco esos cambios, la vivienda puede mejorar tu calidad de vida -afirma Jorge Delfino Martínez, de TDS Group-. Con pequeños cambios de hábitos combinados con el uso de la tecnología, tu vivienda puede ser transformada en una casa eficiente gracias al sistema de aislación térmico (EIFS). Se trata de revestir el exterior con placas de EPS (poliestireno expandido), un mortero (base coat con malla de fibra de vidrio) y luego la terminación (pintura o revestimiento acrílico). Así resuelta la envolvente se logra un ahorro considerable en el consumo servicios ya que se requiere menos energía para calefaccionar o refrigerar la vivienda.

Combinado este sistema con el uso de paneles solares para la generación de energía fotovoltaica o calórica el uso de los servicios puede disminuir del 60% al 80% en promedio anual”.

Pero hay más, y tiene que ver no solo con la construcción sino también con el diseño, asegura el arquitecto Leandro Arfuso, de Arfuso Arquitectos: “En el proyecto de una vivienda es imprescindible asegurarla iluminación natural en cada ambiente, y para ello no solo recomiendo las aberturas laterales: es bueno jugar con aperturas cenitales que permiten llegar con luz directa aún a los espacios centrales de la casa. Asimismo, en ambientes profundos, la utilización de patios internos es clave para dotarlos de luz, sol y vegetación. Un patio a cielo abierto por pequeño que sea es suficiente para cambiar totalmente el ritmo interior de una casa. Ni hablar de que los ambientes beneficiados reducen totalmente la necesidad de luz eléctrica.
Estos tiempos en casa nos hace dar cuenta que generar conciencia sostenible en nuestros hábitos nos permite interactuar en forma dinámica con nuestros hogares. Crear huertas orgánicas donde producir nuestros propios alimentos, realizar compost reutilizando residuos… Todo nos lleva a tomar conciencia ambiental, compartir tareas con la familia y generar ahorros”.

Porque de mejorar nuestra calidad de vida se trata, al fin… Que nuestra libertad interior se vea estimulada por una casa que nos invita a vivir esa libertad. 

En nuestra próxima salida vamos a arreglar la casa… ¡No se asusten, no los pondremos a limpiar con nosotros! Vamos a hablar de la puesta, el “arreglo” interior. ¿Si hubiéramos sabido que estaríamos adentro de casa un mes sin salir, la habríamos amoblado y decorado igual? ¿Qué falta y qué sobra?