Un encuentro de sabores y mundos

Un encuentro de sabores y mundos

14 noviembre, 2025 0 By Tamara Diaz

El maridaje entre el puerto, el tango y el vino, nunca culmina. Los colores, la fiesta barrial y el placer, tampoco. Y qué mejor ocasión para celebrar que la llegada de las fiestas, con el menú chipriota de Cantina Patio La Boca, fusión de recetas ancestrales de Medio Oriente y el Mediterráneo, junto a Jasmine de los Mundos, productores de vinos 100% orgánicos provenientes del Valle de Uco, en Mendoza.

Con la caída del sol, que intensificaba los vibrantes colores de La Boca —aquellos mismos tonos primarios que inmortalizó Benito Quinquela Martín en el barrio que lo vio nacer—, el jardín trasero de Cantina Patio La Boca se convirtió en el escenario de una celebración única. Aromas de especias de Oriente y el Mediterráneo, vinos de inconfundible estirpe mendocina y un perfil de arrabal dieron la bienvenida al embajador de Chipre en Argentina, Stelios Georgiades, junto a periodistas y referentes de la gastronomía. El punto de partida fue la huerta orgánica del chef Nicolás Cali, que esperaba a los invitados. Mientras el cielo se teñía de un naranja profundo, las primeras copas del espumoso Jasmine Monet Black, un extra brut de edición limitada que formalizó un maridaje perfecto, y la excusa para celebrar el cierre del año en un ambiente distendido y cálido, sumergiéndose en una experiencia profundamente sensorial: el menú de fin de año, que comenzó con una creación espontánea del anfitrión, Nicolás Cali: la Taramasalata, una crema sedosa y de elegante salinidad que suele ofrecerse como aperitivo, esta vez elaborada con caviar rojo en reemplazo de huevas de bacalao. Acompañando otras originales y creativas entradas ideadas por el chef, entró en escena el Caminante de los Mundos Pinot Grigio, cultivado en sistema de parral, y distinguido por su perfil fresco y floral, acompañando con equilibrio el queso haloumi grillado.

Los principales

La combinación entre la cocina mediterránea y los vinos y espumantes orgánicos de esta exquisita casa mendocina resultó en una experiencia única, donde los sabores, las emociones y las culturas dialogaron en perfecta armonía. Con toques personales, pero bajo recetas ancestrales, el menú chipriota aportó sus intensos perfumes y largas cocciones, infaltables en su cocina. Para esos platos principales, el Caminante de los Mundos Malbec Plus Ultra demostró su carácter y estructura debido a su guarda en barricas de roble francés de primer uso y secado durante 36 meses, con notas a ciruela madura, violetas y especias suaves. El maridaje perfecto, según muchos de los invitados, se dio con el kleftiko, el cordero con canela y vino cocido durante ocho horas en horno de barro, acompañado de papas y yogurt, tierno y aromático hasta lo imposible. Otra combinación única ocurrió a la hora de los pinchos de cerdo y la ensalada con queso feta, aportando equilibrio, textura y profundidad. Finalmente, el momento dulce ofreció el tradicional postre Lukumades, pequeñas bolitas de masa frita con miel, servidas con helado artesanal. Este plato encontró su contrapunto ideal en el Jasmine Monet White, de burbuja fina y notas de durazno blanco y pan tostado, que realzó los matices del postre y cerró la experiencia con elegancia y frescura.

Así la noche que sintetizó a la perfección el alma de dos mundos aparentemente disímiles, el de una gastronomía fresca y milenaria -que estará vigente con este menú durante todo el verano-, y el de los vinos de Jasmine de los Mundos, para lograr un viaje entre culturas, emociones y sabores inolvidables.