¿Analógico o digital?

¿Analógico o digital?

19 mayo, 2022 0 By Jorge Tenesini

Músicos, usuarios y técnicos de estudios de grabación aún deciden si el vinilo suena mejor que el CD de audio, o si es más conveniente una consola analógica o digital. La importancia de comprender el funcionamiento y de allí, evaluar la necesidad. 

Entender la metodología de los “viejos” aparatos no es en vano. Eso nos ayuda a comprender el funcionamiento digital y evaluar así qué es mejor para aquello que buscamos. Tenemos muchos ejemplos entre estos dos mundos para comparar computadoras que en los ’80 ocupaban habitaciones completas, como en la sala de control de la NASA para dirigir y controlar lanzamientos espaciales. Personalmente me impresionó visitar esas instalaciones con la cantidad de elementos analógicos de tamaños enormes y un aspecto impresionante, sólidos y con estructuras y gabinetes enormes, repletos de relojes de aguja y luces de focos incandescentes. Pero en el mundo digital actual, podemos resolver mucho de aquello en pequeños componentes de alta capacidad, con excelente procesamiento de datos y veloces memorias. La computadora personal y el teléfono móvil son un ejemplo de eficiencia digital. Otro gran grupo son los sistemas de grabación de audio y video que también siempre disputan su calidad del producto final. Donde hay un abismo de ventajas es en los instrumentos de precisión digital versus los instrumentos de precisión tradicionales.

Mundos diversos (y no tanto)

La principal diferencia entre sistemas digitales o analógicos radica en que el primero es mucho más preciso, y la información se puede almacenar de manera más eficiente y en mayor cantidad que en un sistema analógico. El sistema digital manipula datos mediante dígitos (números) con valores de señal discretos y finitos. El sistema analógico, en tanto, manipula datos físicos representado por valores continuos e infinitos. 

Así lo digital, permite ante todo reducir tamaño, y los dispositivos tienden a hacerse cada vez más pequeños. Su eficiencia es clave también, y la información digital se almacena rápidamente en cantidades cada vez más grandes en componentes cada vez más pequeños. Como los sistemas digitales sólo admiten valores discretos, son mucho más precisos. Cuentan además con un diseño amigable para el entendimiento de los usuarios como por ejemplo el caso de la telefonía móvil y las computadoras. Su estabilidad es una garantía, pues son menos susceptibles al ruido, es decir, a toda posibilidad de perturbación de la señal, un claro ejemplo son los vinilos con el ruido a púa generado por el rozamiento en el surco. Pero no todo es mejor. Hay desventajas también, como la conversión. La naturaleza de las variables físicas es analógica (sonido, temperatura, peso) por lo tanto, es necesario usar un conversor para transformarlos en datos digitales (interface digital). La transmisión de señales en un sistema digital requiere de un ancho de banda mucho mayor que un sistema analógico, y están sujetos a alterarse o manipularse con relativa facilidad con respecto al analógico.

En el podio de las ventajas de un sistema analógico está la instantaneidad. La señal se procesa en tiempo real, por ejemplo, cuando usamos un parlante o un micrófono. En términos económicos, los sistemas analógicos por lo general son más baratos, fieles a la realidad y no tan fáciles de manipular. Las grabaciones de audio en antiguos sistemas analógicos son un ejemplo de ello (cintas de carrete abiertas). Entre sus desventajas está la menor tolerancia al ruido, pues son más susceptibles a las perturbaciones de la señal y eso puede interferir en la calidad de los datos que transmiten. También, a medida que se repite la transmisión de los datos, estos van perdiendo calidad. Y si se presenta alguna falla en un dispositivo analógico es mucho más difícil repararlo, y no puede hacerse en forma remota como en los digitales. 

Conclusión

Trabajar bajo dominio digital supone un gran avance tecnológico sin precedente en el mundo que nos toca, mejorando sustancialmente la calidad de los resultados en su símil analógico. En el mundo de la música podríamos empezar por temas más bien prácticos. Una consola analógica pesa mucho y ocupa mucho espacio. Transportarla, ajustarla y mantenerla es más complejo. La inmensa mayoría de consolas analógicas, solo mezclan, y las necesidades en el procesado de señales, como efectos de sonido, deben realizarse fuera de la caja mediante hardware dedicado exclusivamente, que añade peso, tiempo de montaje, ajustes e incidencias. Y no menos importante, los costos que esto añade. La versión digital de una consola es tremendamente más compacta, versátil, equipada y muchísimo más eficiente en todos los aspectos. Económicamente no hay parangón. La consola analógica no recupera nada, y hay que acertar la posición exacta de un ajuste y realizar ese mismo proceso para el resto de los potenciómetros, conmutadores y faders que se dispongan. Realizar el recall allí puede tomar varios minutos, mientras que en una digital apenas un segundo, recuperando ajustes totales o parciales, en cada compás de un tema musical, lo que permite a los productores un ilimitado número de opciones creativas. Por este motivo creo que hay cierto romanticismo con el aprecio a volver al uso de los vinilos y a la ceremonia de escuchar la música en estos discos, asegurando que suena mejor en equipos analógicos. Y un poco de verdad hay, pero queda derrotada por las innumerables ventajas que proporcionan los sistemas digitales en el momento que nos toca vivir.