Bullying, un problema grave

Bullying, un problema grave

26 mayo, 2020 0 By VickyAzpeitia

El bullying en los establecimientos educativos es un problema grave. Afecta negativamente la salud y bienestar de los estudiantes, convirtiendo el entorno educativo en un espacio inseguro. Los tres roles a trabajar.

El bullying o acoso escolar, todos lo sabemos ya, es un problema muy serio. Puede pasar en cualquier lugar, darse de forma directa (persona a persona), por medio de mensajes de texto o a través de las redes sociales. No es una broma ni una etapa, sino un tema a atender en todas las edades y en todos los niveles de educación. 

Peligro de vida

Cuando hablamos de acoso escolar hacemos mención a una circunstancia que puede ser perjudicial para la vida de una persona, pues atenta directamente contra su dignidad. Pero no todo es lo mismo, por eso hay que saber diferenciar. Para que sea acoso escolar debe cumplir con las siguientes características:

– Debe tratarse de una acción agresiva e intencionalmente dañina.

– Producirse de manera repetida.

– Darse en una relación en la que haya un desequilibrio de poder.

– Y producir daño emocional.

Los tres roles

Existen tres roles diferenciados entre los participantes de la conducta bullying: el “bully” o agresor; la “víctima” que es quien sufre esa agresión; y “los que observan”, es decir, los espectadores o testigos. Estos últimos con cierta frecuencia apoyan al agresor, ya sea activamente o, por miedo a convertirse en víctimas, avalando su acción con su silencio. Este tema es central, ya que el acosador necesita de su público para sentirse más popular y para generar mayor humillación en la víctima. Además, como no siempre hay un adulto a la vista, el testigo puede jugar un rol determinante, por lo que resulta esencial trabajar con él. Como líderes de la educación debemos desalentar el bullying. Hay medidas que ayudan, como por ejemplo trabajar las habilidades socio-emocionales, apelar a las relaciones interpersonales, ofrecer talleres a alumnos, padres y docentes, trabajar diversas técnicas como dramatizaciones y, por sobre todas las cosas, apuntar a la empatía desde pequeños.