Cambios generacionales

Cambios generacionales

23 abril, 2021 0 By Liliana Segre

Paradojas de la arquitectura y la construcción, los countries, si bien distintos a los de tiempo atrás, siguen siendo un tesoro a cuidar.

Los que tenemos la suerte de vivir en la zona norte del Gran Buenos Aires, desde hace más de 50 años, hemos desarrollado a fuerza de tiempo, una mirada sigilosa, como la de un observador silencioso. Si a eso sumamos en mi caso el gusto por la naturaleza, no podemos dejar de notar los grandes cambios que se fueron viviendo en la zona, en muchos sentidos. Hablábamos en la edición anterior de crecimiento de la zona y el cambio de hogar de fin de semana a casa permanente. En este caso, me referiré a constructivas. 

Oportunidad

La construcción de los distintos ramales de la Panamericana (ramal Pilar y ramal Escobar) facilitaron la llegada a las zonas en las cuales se podían apreciar muchos espacios verdes, algunos alambrados con lonas que delimitaban barrios como el Golf Club Argentino, Tortugas Country Club, Miraflores o Highland Park entre otros. 
Había mucho campo y pocas construcciones en la ruta, lo que permitía tener visuales diurnas y nocturnas de lejanía. Hoy las ciudades se han expandido a hacia sus afuera e incluso muchos de aquellos alambrados han sido reemplazados por muros perimetrales e inmensas propagadas. Asimismo, los lotes en los countries eran generalmente grandes, y limitaban en muchos casos con un entorno silvestre que permitía el paso de animales salvajes de la zona, especialmente liebres y zorros.

Las casas, de un solo piso, calculadas para fin de semana, podían calefaccionarse con algo más que una chimenea en el estar. Jardines grandes y bien cuidados, flors de estación y una convivencia con el entorno dominaban el paisaje de la mayoría de los barrios. Todavía recuerdo con cariño cómo con una de mis amigas, subidas las escaleras, poníamos clavitos y alambres para que en cada viga trepara una enredadera, glicina, helecho de hoja redonda y hasta una vid que dio sus frutos. Hoy pareciera que la tendencia giró hacia el dominio total del espacio, con grandes moles de cemento, poco árbol grande que moleste y jardines impecables y minimalistas. 

Es cierto que la arquitectura cambia, pero cada vez que recorro el country no puedo dejar de asombrarme cuando veo casas que parecen bunkers de cemento, con ventanitas pequeñas, que casi no permiten ver afuera. 

Sin embargo, ese mismo aumento poblacional en el exterior ha hecho de los countries una suerte de pulmones verdes rodeados por nuevas ciudades, con grandes canchas algunos, lagos y espacios que son un tesoro. Vale entonces la pena pensar en cómo se construye dentro para no desperdiciar esa maravillosa oportunidad que tenemos quienes allí habitamos.