El tiempo del cortejo y el anidaje

El tiempo del cortejo y el anidaje

4 diciembre, 2020 0 By Liliana Segre

Muchos barrios, como el Highland Park Country Club, nos regalan una nutrida y vistosa fauna en la que se destacan las aves. Por estos días de aislamiento obligatorio, y para quienes tenemos la suerte de poder ver su espectáculo, nos toca una época especial: es el momento donde se inicia la temporada de buscar pareja, y juntos, decidir dónde, cómo y con quién hacer el nido. 

La observación

Los que nos dedicamos a la observación de aves, con el tiempo aprendimos varias cosas. Pero la diferencia algunas veces visible a simple vista entre los machos y las hembras, que no se da en todas las especies desde luego. El benteveo (Pitangus sulphuratus) macho, por ejemplo, sólo se diferencia de la hembra porque frente al peligro, y probablemente en el momento del cortejo, muestra un copete amarillo en el centro de lacabeza. En cambio, si nos referimos a zorzales, a horneros, calandrias, jilgueros o picaflores, es muy difícil encontrar un elemento que los distinga en el plumaje, por eso es posible que la diferencia se manifieste en el canto.

La mejor época

Considerando que el encargado de cortejar es el macho, y que para que las hembras decidan ocuparse de él tiene que exponer sus habilidades (belleza del plumaje, melodía de su canto y otros signos de buen estado), es habitual ver cómo se lucen, con copetes, cantando o moviéndose a ritmo de danza. Por eso los machos son generalmente más vistosos que las hembras, tanto en el color como en las particularidades de su canto: las armas para el cortejo. 

Para los ipacaa, (Aramides ypecaha) el macho que es el encargado de ocuparse de los huevos, y lo avisa con su canto, más estridente que melodioso. Como es un ave mansita en esta época no es raro verlo, y sobre todo escucharlo en los jardines de las casas, avisando que el nido ya está hecho. No es monógamo, por eso varias hembras se acercan a poner los huevos que este macho “moderno” incubará.

Los chiflones (Syrigma sibilatrix) por su parte, pertenecen a la familia de las garzas de cuello largo y son una obra maestra de la naturaleza. Verlos de cerca nos permite observar los grandes ojos que parecen listos para salir a escena, maquillados por un experto. El cortejo consiste en que macho y hembra se mueven armoniosamente, elongando y achicando sus cuellos ejemplares. Esta escena tan emotiva puede durar hasta una hora con danzas diferentes y considero un privilegio haber tenido la oportunidad de fotografiarlos.

Es, entonces, la época para estar atentos. Ver y oír este espectáculo es un regalo de la naturaleza.